Santa Claus o Papá Noel

Origen.

En Inglaterra existía el Father Christmas, que vestía de verde y era un hombre afable que disfrutaba de la buena comida y la bebida. En Francia se habla de Père Noël —o Papá Noel, que significa “Padre Navidad”—. En los países germánicos y nórdicos el dios Wodan encabeza la cacería de Yule, la festividad invernal equivalente a la Navidad.

Se trata de un personaje basado en la figura del obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Era una de las personas más veneradas por los cristianos de la Edad Media, del que aún hoy se conservan sus reliquias en la basílica de San Nicolás de Bari, Italia.

El último antecedente es Sinterklaas, una figura del folclor holandés en la que, se presume, está basada en San Nicolás. De hecho, se cree que el nombre de Santa Claus es una transliteración al inglés de Sinterklaas. En algún momento del siglo XVIII, estas tradiciones se fundieron y dieron origen a Santa Claus. Su nombre aparece registrado por primera vez en una gaceta neoyorquina del año 1773.

Historia de Nicolás de Bari.

Se estima que Nicolás de Bari nació cerca del año 280 en Mira, una ciudad del Distrito de Licia, en la actual Turquía.

Era hijo de una familia acomodada y creció bajo los tirantes deseos de sus padres. Su padre deseaba que siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático, mientras que su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira (antigua ciudad licia de la Anatolia Egea, actualmente Turquía).

La peste solucionó su dilema, al llevarse a sus padres, mientras trataban de ayudar a los enfermos de su ciudad. El muchacho, conmovido por la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío fue elegido para reemplazarlo como obispo.

De él se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y Lorena (Francia).

Papá Noel y los regalos de Navidad

En algunos países este personaje recibe el nombre de Papá Navidad, traducido a su lengua (Father Christmas, Père Noël, Babbo Natale). En España y otros países de habla hispana, se ha castellanizado la palabra francesa Noël como Noel.

La costumbre de entregar regalos a los niños tiene múltiples precedentes y variantes regionales. En la antigüedad, en Roma se celebraban fiestas – a mediados de diciembre- en honor a Saturno (Cronos para los griegos), al final de las cuales los niños recibían obsequios de todos los mayores.

En otra época posterior, cuando el mito de San Nicolás aún no se había corporizado, igualmente existían otras tradiciones, como la de los niños italianos que recibían regalos de un «hada» llamada Befana.

En Cataluña y algunas zonas de Aragón es un tronco «mágico», llamado Tió o Tió de Nadal o a veces Cagatió, aunque esta última es más bien la forma de denominarlo de los que no son naturales de la región, al no conocer bien la tradición y la cultura catalana y tener como referencia la canción con la que se hace «defecar» (expulsar) al Tió (Caga Tió, Tió de Nadal, no caguis arengades, que son salades, caga torrons, que son més bons!!!).

Mientras que en los pueblos de algunos valles vascos y navarros, los regalos los traía el carbonero Olentzero, y en los valles de Vizcaya y alrededores también iratxoak (duendecillos) con gorros verdes de armiño.

En ciertas zonas del centro de Galicia se oye la leyenda del Apalpador, que llegaba el día de Navidad a palpar las barrigas de los niños, dejando castañas a los niños más delgados (para que engordaran) y carbón a los mejor alimentados (para que calentaran la casa).

Con el tiempo y con los prodigios conocidos de San Nicolás, este fue reemplazando a algunos de estos personajes paganos.

La transformación de “San Nicolás a Santa Claus y Papá Noel.

El viejo Papá Noel, ilustración de un libro estadounidense del año 1855.

Se cree que el paso de la imagen de San Nicolás a la de Santa Claus sucedió alrededor del año 1624. Cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Ámsterdam, más tarde llamada Nueva York, obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el del Sinterklaas, la fiesta de su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).

En 1809, el escritor Washington Irving escribió una sátira, “Historia de Nueva York”, en la que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus.

Y en 1823, el periódico Sentinel publicó el poema “A Visit from St. Nicholas”, posteriormente atribuido a Clement Clarke Moore, que terminó de popularizar a Santa. Muchos de los atributos actuales de Santa provienen del poema de Clement Clarke Moore: el trineo jalado por ocho renos con nombres propios (aún no incluye a Rudolph -Rodolfo-), la entrada por la chimenea, la sonora risa y el costal repleto de juguetes. No obstante, el poema lo describía como un duende regordete, ágil y que regala juguetes a los niños en la víspera de Navidad.

Fue Thomas Nast, un caricaturista estadunidense del siglo XIX, quien terminó de definir la imagen actual de Santa Claus, con una serie de ilustraciones que aparecieron en la revista Harper’s Weekly.

Posteriormente, hacia 1863, adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto fue gracias al dibujante alemán Thomas Nast, quien diseñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper’s Weekly. Allí adquirió su vestimenta y se cree que su creador se basó en las vestimentas de los obispos de viejas épocas para crear este «San Nicolás», que en ese momento ya nada tenía que ver con San Nicolás de Mira.

Ilustración de 1881 por Thomas Nast.

A mediados del siglo XIX, el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de Papá Noel, quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco con vivos dorados. Igualmente a fines del siglo XIX se crearía, a partir de un anuncio estadounidense de la Lomen Company, la tradición de que Papá Noel procedería del Polo Norte, y se popularizarían completamente los renos navideños como medio de trasporte de Santa Claus.

  • A comienzos del siglo XX, en 1902, en el libro infantil The Life and Adventures of Santa Claus, de L. Frank Baum, se origina la historia de cómo Claus se ganó la inmortalidad, al igual que su título de santo.
  • Igualmente, ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Haddon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931. En este punto, sin embargo, se debe aclarar que es solo una leyenda urbana la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su origen en los anuncios que la marca Coca-Cola empezó a hacer a partir de 1931, aunque sí es cierto que contribuyeron a la popularización de estos colores y del mito mismo. Hay muchas ilustraciones y descripciones casi fidedignas anteriores al anuncio, como la de Thomas Nast (1869) o St. Nicholas Magazine (1926), entre otras. Eso sin considerar además las antiguas representaciones religiosas del obispo San Nicolás de Mira o San Nicolás de Bari, en las que es común el color rojo y blanco de la vestimenta religiosa, si bien es cierto que desde mediados de 1800 hasta principios de 1900 no hubo una asignación concreta al color de Santa Claus, siendo el verde uno de los más usados. Por lo tanto, se considera que la campaña masiva de Coca-Cola fue una de las principales razones por las cuales Santa Claus terminó vestido de color rojo y blanco, pero estos publicistas no fueron los primeros en representarlo con estos colores.

La Morada de Papá Noel.

En cuanto a la morada de Papá Noel, como la leyenda se originó en el Hemisferio Norte, a principios del siglo XX se esparció la idea de que viviría en el Polo Norte. Sin embargo, se debe recordar que existen otros lugares cercanos postulados como su hogar, los cuales son: la Laponia sueca, la Laponia finlandesa y Groenlandia, puesto que el Polo Norte está en medio del Océano Ártico.

Nombre de Papá Noel en varios países.

Dibujo japonés de Papá Noel del año 1914.
  • Habla hispana (la tradición de los regalos navideños en estos países está representada mayoritariamente por «El Niño Jesús» o «Los Reyes Magos»).
  • Argentina, Paraguay y Uruguay: Papá Noel.
  • Bolivia, Colombia y Ecuador: Papá Noel y a veces Santa Claus.
  • Chile: Viejito Pascuero (también se usa ocasionalmente «Viejo Pascuero»).
  • Costa Rica: Colacho (más popular), Santa Claus (pronunciado como «Santa Clós») y Santa.
  • Cuba, Puerto Rico y República Dominicana: Santa Claus, pronunciado como Santi Cló o Santa Clós. A menudo se le dice simplemente Santa.
  • El Salvador, Guatemala y Nicaragua: Santa Claus o Santa.
  • España: Papá Noel y comienza a utilizarse, debido a la influencia de las películas estadounidenses, Santa Claus.
  • Cataluña: Santa Claus y también Pare Noel (en catalán).
  • Galicia: Papá Noel o Pai Nadal (en gallego).
  • Honduras: San Nicolás o Santa Claus (Clós).
  • México: Santa, Santa Claus (pronunciado Santa Clós) y Papá Noel.
  • Panamá: Santa Claus.
  • Perú: Papá Noel, Santa o Santa Claus (Clós).
  • Venezuela: San Nicolás o Santa Claus.
  • Albania: Babagjyshi Vitit të Ri.
  • Alemania: Nikolaus o Weihnachtsmann (literalmente, ‘hombre de Navidad’). Nikolaus representa la tradición cristiana frente a Santa Claus, que es visto como una versión comercial.
  • Brasil: Papai Noel.
  • Dinamarca: Julemanden (literalmente, ‘hombre de Navidad’, como en alemán). A veces también Julenissen (literalmente, ‘duende de Navidad’).
  • Estados Unidos: Santa Claus.
  • Eslovenia: Božiček.
  • Estonia: Jõuluvana.
  • Finlandia: Joulupukki.
  • Francia: Père Noël.
  • Gales: Siôn Corn.
  • Inglaterra: Father Christmas.
  • Hungría: Télapó.
  • Irán: Baba Noel.
  • Islandia: Jólasveinn.
  • Irlanda: Daidí na Nollag.
  • Italia: Babbo Natale.
  • Letonia: Salatētis.
  • Lituania: Kalėdų senelis.
  • Noruega: Julenissen (literalmente, ‘duende de Navidad’, como en danés).
  • Países Bajos: Kerstman (‘hombre de Navidad’, como en alemán). Sinterklaas y Kerstman son dos personajes independientes con distintas fechas de celebración (vísperas del 6 de diciembre y Navidad), siendo el primero el más tradicional y el segundo una moda importada de Estados Unidos.
  • Polonia: Święty Mikołaj.
  • Portugal: Pai Natal.
  • Rumanía: Moş Crăciun.
  • Rusia: Санта-Клаус (Santa Claus). No hay que confundirlo con el popular y tradicional Дед Мороз (Ded Moroz – literalmente, ‘abuelo frío’ o ‘el abuelo de los fríos’), el cual siempre va acompañado de su nieta Снегурочка (Snegúrochka).
  • Suecia: Jultomten (literalmente ‘duende de Navidad’, como en noruego).

Poema original de “La visita de San Nicolás” (dibujo de Santa Claus con los 8 renos)

Una visita de San Nicolás.

Era la noche antes de Navidad, nada en casa se oía,

ninguna criatura molestaba, ni siquiera un ratón.

las medias estaban colgadas en la chimenea con mucho cuidado,

esperando a que San Nicolás pronto los visitara.

Los niños dormían ya y soñaban en sus camas,

mientras visiones de caramelos bailaban en sus cabezas,

y mamá con su pañuelo, y yo con mi mejor gorra,

preparábamos nuestras cabezas para una larga siesta invernal.

Cuando afuera en el jardín, se formó un gran alboroto,

salí de mi cama a trompicones, para ver qué ocurría,

corrí y abrí la ventana, sintiendo el frescor,

las cortinas separé, y abrí el pestillo.

La luz de la luna llena se reflejaba en la nieve recién caída

iluminándose, como hace el sol con la arena.

cuando mis ojos, de grata sorpresa llenos, vi

un trineo en miniatura tirado por ocho renos.

A las riendas, un anciano ágil y con gran viveza.

supe en el momento que debía ser San Nicolás.

más rápido que las águilas, su camino seguía,

¡Silbando y con muchos gritos, sus nombres les repetía!

«¡Vamos, Tornado! ¡Vamos, Bailarín! ¡Vamos, Furia y Vestido!

¡En Cometa y Cupido! ¡Vamos relámpago y Trueno!

¡Directo a ese porche, hacia ese muro!

¡Vamos, vamos,! ¡Al galope!”.

Como hojas secas que antes del salvaje huracán vuelan,

cuando se encuentren con un obstáculo, suben al cielo.

así que hasta la cima de la casa volaron los renos.

con el trineo lleno de juguetes, y San Nicolás también.

Después de algunos segundos, ya pude oír

el ruido de pequeños cascos que golpeaban en el techo.

como había imaginado, y girando mis talones,

por la chimenea vi a San Nicolás bajando.

Iba vestido con pieles, de los pies a la cabeza,

su ropa estaba manchada del hollín y la ceniza.

una bolsa con juguetes de su ancha espalda colgaba,

parecía un vendedor que su mercancía portaba.

¡Qué brillo había en sus ojos! ¡Qué alegría en su sonrisa!

¡Sus mejillas eran rosadas y qué nariz sonrojada!

Su boca, con un amplio arco, abría una sonrisa leve

y la barba en su barbilla más blanca era que la nieve.

Una pipa ya gastada en sus dientes sujetaba

y alrededor de sus sienes el humo lo coronaba.

su cara era ancha y redonda, y una panza grande tenía

que como la gelatina temblaba cuando él reía.

Era viejo gordo y bajito, como un duende alegre

y reí al verlo, aunque lo hice bajito

un giro de su cabeza y un guiño casi secreto

hicieron que mis temores se esfumaran por completo.

Sin decir ni una palabra, su deber cumplió,

giró sobre sus talones y las medias rellenó.

Se despidió con un dedo en la punta de la nariz,

antes de desaparecer por la chimenea.

Escuché el sonido de su tripulación,

y juntos se alejaron como plumas en el viento.

Antes de desaparecer, San Nicolás gritó,

«¡Feliz Navidad para todos!».

Autora: Lola de la Cámara González.

¡¡¡Os deseo Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo!!!

Toda la información ha sido extraída de diversos medios escritos, digitales y audiovisuales de información.

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