Un matrimonio se encuentra acostado en la cama.
—¿Te gusta este diseño? Le pregunta ella.
—Sabes que sí, igual que a ti mi estructura.
—Déjate de charla, conecta tu Pen a mi USB y… descarga tus ficheros.
De repente un ruido muy molesto procedente del piso de más arriba, les saca de sus quehaceres.
—Pero… ¿qué están haciendo?, parecen estar navegando por la red oscura.
—Ignóralos — dijo él cariñosamente, vuelve a esta línea que es segura.
—Así no puedo concentrarme y disfrutar. Sube y hackea la clave, te metes en su entorno y le introduces un troyano.
—En serio… ¿ahora quieres qué lo haga?
—¡Uy…si! Este sistema queda temporalmente bloqueado.
Él tuvo que resetear, ya que su hardware hacia caso omiso al software de su mente. Se dirigió hacia allí de mala gana, esperaba no entrar en un buffer sin retorno.
—Llamó a la clave intentando hacer conexión y desencriptarla. Abrió la puerta una chica que le causaba una paradoja, él sí que si no estuviese casado… caería en esa paradoja sin problema alguno. Examinó el entorno tras ella, era sumamente divertido, no tan sofisticado como los Mac Os, ni tan versátiles como Linux, o tan inestables como Windows. Aquel entorno le atraía aún más, que la paradoja que le permitió entrar.
—¡Podríais por favor, hacer menos ruido y causar menos molestias que el asistente de instalación de Windows 10!
—¡Vaya, vaya…nos ha salido purista! Para disgustarte tanto… parece que estás analizando mucho. Pasa sí quieres.
Entró en el piso, aquello era maravilloso, la estructura estaba espectacularmente bien definida, las líneas eran perfectas y los comandos claros de entender. Decidió mezclarse con ellos, de repente…su mujer apareció al fondo. No hacía falta que hablara, el software lo decía todo, ella no iba a permanecer callada, estaba decidida a activar el Firewall para terminar el virus que había afectado a su marido.
—Se acabó, te vienes a casa ahora mismo, vamos a realizar una limpieza de tu memoria RAM, ya que de la ROM es tarde.
Cuál hacker, ella hackeo todo ese entorno en un momento, hasta dar con la maldita Paradoja.
—Esto termina ya, o llamo al 01110000/011011111/01101100/01102001 (policía).
Ella siempre había sido la Ingeniera programadora de su marido y ambos lo supieron nada más conectar sus puertos…la transferencia de datos fue fluida.
Os deseo buena conexión
©Lola de la Cámara.